[1]Al iniciar el año escolar podemos observar la preparación y adaptación a los nuevos cambios. Maestros diferentes, otras asignaturas, alumnos de nuevo ingreso, más demanda académica, en fin…comenzar otra vez. Todo esto se hace más llevadero y sano en la medida que se involucran todos los actores de este proceso (Familia-Escuela).
La escuela es un complemento educativo en la formación de los niños. Es el lugar donde pasan una gran parte del tiempo. Allí adquieren parte del conocimiento intelectual , así como también , el desarrollo de lo social y emocional.
Los niños demandan de que sus padres o tutores estén involucrados en la formación. Cuando observamos el desinterés o el alejamiento de la familia en el entorno escolar ,los alumnos lo reflejan inmediatamente . Vemos poca constancia , falta de entrega de tareas y trabajos y en ocasiones ciertas dificultades con el grupo.
La familia es quien proporciona a sus miembros seguridad y estabilidad. Por tanto es esencial que estén presentes en el proceso de aprendizaje de sus hijos.
Para poder apoyar y estar presentes en la etapa de escolaridad es conveniente:
- Conocer la escuela, el plantel, los directivos, el personal que labora en ella.
- Tener una reunión al inicio del año escolar para conocer al maestro titular y crear un canal de comunicación efectiva.
- Asistir de manera constante a todas las reuniones pautadas por el centro.
- Crear un vinculo cercano y positivo con la escuela.
- Hablar siempre en términos positivos de el centro . Es casi imposible que un niño ame su escuela si los padres le expresan lo contrario.
- Conocer los padres de los compañeros de sus hijos.
- Manejar las diferencias escuela y familia entre adultos . Que en niño nunca escuche a sus padres expresarse de manera negativa de un maestro o de la comunidad educativa.
Podemos observar que cuando la escuela y familia trabajan al unísono , los frutos se ven reflejados en el sano desarrollo intelectual y social de el niño.