[1]¡Cuando soy tolerante comprendo a mi compañero, si cometió un error, y lo ayudo!
Si enseñamos a los niños a ser tolerantes desde pequeños les estamos sembrando una semillita de paz en su corazón. El hecho de conocer al otro y aceptarlo los ayuda a ponerse en el lugar de los demás y evitar juzgar, y criticar. Más aún aceptar la diversidad y ser flexible con los demás.
Cuando practicamos la tolerancia proyectamos una imagen que refleja inteligencia, madurez para aceptar las diferencias y nobleza. Cuando le enseñamos a los niños a conocer al otro y aceptarlo, le enseñamos a coexistir de forma pacífica con sus amigos y compañeros.
¡Qué regalo más preciado el de enseñarles a los niños(a) a ser tolerantes y sencillos!
La tolerancia nos conduce a hablar menos y escuchar más, a practicar la capacidad de respetar la opinión de los demás aunque no la compartamos, y nos abre las puertas para tener relaciones humanas más positivas y amistades más desinteresadas, así como un liderazgo más cimentado en el respeto al ser humano y la aceptación de su persona.
Como dice en Efesios 4:2 con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándoos unos a otros en amor.
Para enseñar a los niños(as) a ser más tolerantes y sencillos podemos tener en cuenta los siguientes puntos:
- Aceptar a los demás como son: color, raza y condiciones físicas.
- Tener en cuenta que todos somos diferentes en personalidad y forma de ser. Evitar juzgar, ni criticar.
- Incluir a los demás. Darle apertura a un círculo de amistades y compañeros amplio, para así fomentar las relaciones humanas sanas.
- Enseñarles a ponerse en los zapatos de los demás. ¿Si a ti te pasara eso como te sentirías? ¿Qué harías?
- Enseñarles a ser un espejo de paz y darle importancia a lo esencial del ser humano, no a lo material, ni a las posesiones.
- Promoverles la capacidad de llevarse bien con todos. Aún con el que no es tu mejor amigo.
- Si un compañero comete un error ayudarlo, comprenderlo y aceptarlo.
- Aceptar a las personas con necesidades especiales.
- Practicar la paciencia diariamente. Ayudarlos a desarrollar control interno y a ser pacientes con los demás, aunque no los entiendan.
- Dar ayuda al necesitado y al compañero que lo necesita.
- Enseñarles a abrir su corazón a los demás y ser compasivos y empáticos.
¡Seamos ejemplos para los niños(as) de tolerancia y sencillez, y así promover en ellos un corazón grande, lleno de amor y de paz!