[1]Por muchos años la matemática ha sido una de las asignaturas más desafiante para el estudiantado a nivel mundial, ha sido una asignatura que ha generado muchos complejos y frustraciones en su aprendizaje. A medida que van pasando los años va aumentando la tecnología, los videojuegos y también las distracciones y el entretenimientos en los estudiantes, lo cual todo conlleva un gran aumento al rechazo del aprendizaje de la matemática, cada día aumenta más la resistencia y la fobia; a diario escuchamos a los estudiantes decir: “no me gusta la matemática”, ”¿En que la aplicaré en mi carrera?, ¿De qué me sirve…?
Ahora bien, ¿Qué debe hacer el docente para enfrentar esta realidad y como contrarrestarla? ¿Cómo solucionaremos esta situación?, ¿Qué debe hacer el docente para motivar al alumno a desarrollar su propio aprendizaje?
Estas preguntas me llevaron ha reflexionar sobre el que hacer educativo y a utilizar un principio que en mi experiencias despiertan en el estudiantes el interés del aprendizaje de las matemáticas y contribuyen en el desarrollo de su aprendizaje. Este principio es siguiente:
La matemática debe ser enseñada como herramienta, no como una asignatura. Este principio implica que la matemática no debe ser presentada al alumno como un paquete de contenido o de información, sino debe ser presentada como una herramienta. Una herramienta que el alumno usara para toda la vida. El ser humano se motiva en el aprendizaje de cualquier contenido o información conforme a la necesidad interior que se haya creado en él. Todos aprendemos por necesidad, los niños aprender a caminar por necesidad, aprenden hablar por necesidad, sea interior o exterior, sea física o emocional. Y es el punto clave de la enseñanza de las matemáticas, aprovechar al mismo ser y tratar de enseñarle conforme él es, conforme esta creada su forma de aprendizaje, debemos preguntarnos, ¿Qué o cuales necesidades podemos suplir en el alumno con la enseñanza de la matemáticas?
De antemano sé que es un poco difícil usted como docente hacerse las preguntas anteriores, puesto que hay muchos temas de su programa que no corresponden a buscar un problema de la vida diaria que se relacione con el tema, o también usted diría que el tema que le corresponde enseñar es bastante abstracto para motivar al alumno con una situación de la vida diaria. Esa problemática se me presentaba a mi también, pero me di cuenta que muchas veces no es necesario usar el mismo tema como contenido de aplicación directa, sino usar situaciones que de una forma u otra necesiten el contenido que imparto.
En síntesis, debemos de procurar de enseñar las matemáticas para la vida, y tratar de aprovechar todos los contenidos que guardan cierta relación con la vida del estudiante, si tenemos que recurrir a la física, a la química, a la biología, a la economía, a la economía, etc. Hagámoslo y tendremos estudiantes verdaderamente motivado, ¡Sé que es un poco complejo, pero no imposible!, ¡Dios te bendiga!