Aprendizaje cooperativo: Experiencias en 2do y 4to grados

 Imprimir
 E-mail
 RSS
 Facebook

El Aprendizaje Cooperativo, como estrategia metodológica en el aula, permite la construcción del conocimiento en base a la interacción social del alumno con sus demás compañeros, los contenidos o materiales de aprendizaje y el docente. El realizar grupos de trabajo para la construcción del aprendizaje, promueve el desarrollo de liderazgos múltiples al manifestarse los distintos talentos e inteligencias de los alumnos, permitiendo un verdadero trabajo en equipo y un aprendizaje más significativo.

Basado en la cooperación, es decir,  se convierte en una estructura asociativa de incentivo, trabajo y motivaciones, lo que necesariamente implica crear una interdependencia positiva en la interacción alumno-alumno y alumno-profesor, en la evaluación individual y en el uso de habilidades interpersonales a la hora de actuar en pequeños grupos.

Este aprendizaje no solo se reflejó en la parte académica, sino también en el ámbito personal y disciplinario a la hora de interactuar con sus compañeros (inteligencia interpersonal).  En este sentido, para que los estudiantes lograran un verdadero trabajo en equipo, cada miembro de los grupos formados necesariamente debía empoderarse de las normas establecidas en consenso para así lograr los objetivos propuestos. Igualmente, debían establecer roles claros en cada uno de los participantes, idealmente roles que pudieran servir para poner de manifiesto los talentos de cada miembro.

En Segundo Grado, se puso en práctica esta estrategia, mayormente en las asignaturas de Lengua Española y Ciencias Naturales, llevando a cabo un proceso diferente e innovador, trabajando en equipo para construir nuevos conocimientos sobre la división y clasificación silábica, los sinónimos y antónimos, y toda una investigación sobre La Materia y sus diferentes estados. El aprendizaje se construyó a manera colaborativa, y la interacción de pares permitió que el mismo se diera de forma más significativa. Igualmente, con el contenido del Sol y sus beneficios como fuente de Energía, el curso completo debía investigar sobre el tema, y cada equipo le correspondía un subtema.

En Cuarto Grado, el trabajo cooperativo en Ciencias Naturales y Matemática permitió mayor integración de  los alumnos, el apoyo mutuo e interacción de pares, en la construcción de aprendizajes utilizando un “mismo idioma”.  Demostraron mayor voluntad al trabajar y a investigar, consiguiendo crear más y cansándose menos… ya que los esfuerzos individuales articulados y compartidos en un grupo cooperativo cobran más fuerza. En estos casos el rol del maestro fue fundamental, dejando que el actor principal fuera el estudiante, en la construcción de sus propios conocimientos, quedando el docente como guía y facilitador del proceso.