La Resolución de Problemas en el Proceso Enseñanza-Aprendizaje Versus el Proceso Enseñanza-Aprendizaje desde la Resolución de Problemas

Escrito por Yenifer Zorrilla en Reflexiones para Educadores

Siempre que se habla de la resolución de problemas, se hace como si fuera algo innovador en el proceso enseñanza-aprendizaje, olvidando que desde la década de 1940, Polya escribe su libro “Cómo plantear resolver problemas”. Motivado por la necesidad de vincular el aprendizaje de las ciencias a la resolución de situaciones por ello él consideraba que: “Hacer Matemática es resolver problemas”.
Nuestros países, en su afán de lograr una educación al nivel que demandan los tiempos actuales, han elaborado currículos donde se ve presente cada vez más la resolución de problemas, pero ha sido mal interpretada como herramienta de aprendizaje y no como punto de partida de ese aprendizaje.

La resolución de problemas, tiene un papel muy importante en la educación matemática y aunque en ocasiones es tratada como algo nuevo, desde 1945 el húngaro que posteriormente se establecería en E.U., George Polya escribe su libro “Como plantear y resolver problemas”.  Sus criterios se basaban en la premisa de que, para dar una buena idea a los alumnos de lo que es hacer Matemática, hay que darles problemas para resolverlos. La enseñanza problémica estimula en los estudiantes la reflexión, la búsqueda y la investigación.
En 1966 la polaca Anna Krikowska publicó un artículo resumen de toda una serie de trabajos realizados sobre el “Papel de los problemas en la actividad matemática con aplicación en el ámbito escolar”.
En las décadas de 1970 y 1980 investigadores como Kilpatrick, Lester, Goulding y otros muchos en E.U. y Europa consideraron que la resolución de problemas debía ser el objetivo principal de la enseñanza de la Matemática en esa época, cuestión que en la actualidad no se ha logrado, por lo que fue un tema motivador de investigación y utilización en nuestros salones de clases.
CONTENIDO
En la  resolución de problemas, los estudiantes se enfrentan a situaciones en las cuales es necesario reflexionar, buscar, investigar. Para  encontrar su solución, es necesario hacer conexiones mentales donde se aplican los conocimientos antecedentes a situaciones prácticas. Al enfrentarse a este tipo de enseñanza, los alumnos tienen que emplearse a fondo, descubren que no es suficiente aplicar una fórmula, hay que pensar y definir una estrategia, necesitan un tiempo de análisis, no habrá una respuesta automática y rápida cuando hay un problema.
La resolución de problemas se puede considerar  un tema antiguo y sin embargo los currículos lo tratan como algo reciente. En 1945 se publica “CÓMO PLANTEAR Y RESOLVER PROBLEMAS”, escrito por Polya, quien consideraba que: “HACER MATEMÁTICA ES RESOLVER PROBLEMAS”.
Posteriormente en los años de la década de 1980 en Estados Unidos se plantea que la resolución de problemas debe ser el objetivo principal de la enseñanza de la Matemática; ya que la resolución de problemas debe ser un súper tema que integra todos los contenidos, porque se encuentra en cualquier lugar del currículo y sirve como ente unificador.
Si unimos estos antecedentes a la tendencia más reciente donde el modelo Constructivista adquiere un gran protagonismo, en el que cada estudiante construye sus propios conocimientos; enlazando esta realidad con la actual tendencia  Socio-constructivista, donde  se considera que para lograr el aprendizaje, no sólo es importante la actividad cognitiva, también la interacción con otras personas. Factor este que propicia, ayuda y estimula la interacción entre pares, acelerando el aprendizaje, motivado por la realización del trabajo en equipo, donde hay presencia de discusión con otros alumnos por ende, interacción social.
Vigostsky era  de la opinión que cuando los alumnos resuelven problemas, se presenta una oportunidad ideal para aplicar el trabajo en equipo. Los resultados de esta interacción son mucho más productivos que cuando los estudiantes investigan y realizan las actividades de manera individual.
Debemos reconocer que desde la resolución de problemas, les ofrecemos a nuestros alumnos la oportunidad de desarrollar habilidades intelectuales, autonomía de pensamiento, estrategias, para que aprendan a enfrentarse a situaciones complejas.
La resolución de problemas ha sido interpretada de varias formas por aquellos docentes que la utilizan. Dar la teoría, ejercitar y al final del tema resolver problemas, fue una de las interpretaciones. Se considera que es necesario ir incorporando problemas de la vida real al proceso enseñanza-aprendizaje, donde el alumno debe dominar las etapas que deben tener en cuenta a la hora de dar solución a cualquier situación problémica. Estas etapas se definen de la siguiente manera:
1era Etapa: Hay que entender el problema. (Hay que leer, leer… y entenderlo).
2da Etapa: Definir una estrategia, definir un plan de resolución.
3era Etapa: Aplicar el plan.
4ta Etapa: Revisar si todo está bien.
Seguir estas etapas no asegura que usted pueda resolver el problema satisfactoriamente, lo importante es utilizar la resolución de problemas como el mejor vehículo para enseñar todo, ENSEÑAR A TRAVÉS DE RESOLVER PROBLEMAS.
La resolución de problemas puede servir para:
-Explorar nuevas ideas.
-Consolidar una situación.
-Puede venir antes, durante o después de la teoría.
Según Schenfeld no basta conocer estrategias varias para resolver problemas, es necesario poseer un control ejecutivo: saber en el momento que es necesario variar la estrategia utilizada porque no nos está llevando a los resultados esperados. La aplicación de este concepto forma parte de lo conocido como metacognición (controla, supervisa y evalúa el trabajo que se realiza). Por lo que en la práctica de aula, es conveniente de vez en cuando, resolver un problema por varios caminos o comenzar por uno, pararnos analizar y cambiar de camino.
Otro aspecto interesante y necesario son: los aspectos afectivos.
Según Goulding, la afectividad positiva y la negativa es muy importante. Un alumno sin motivación no va a resolver problemas, no va a realizar esfuerzos.
Se puede resumir que:
Enseñar “para” la resolución de problemas.
Enseñar “sobre” la resolución de problemas.
Enseñar “a través” de la resolución de problemas.
Estas son tres de las tendencias dentro de la metodología que nos ocupa, todas son importantes. En la primera y segunda se consideran como objetivo de la clase, en la tercera, como vehículo para enseñar o desarrollar un tema.
Todo esto se complejiza por la falta de visión sistémica de la resolución de problemas. Para romper con lo tradicional Gaulin recomienda que se puede empezar de manera muy modesta, utilizar un problema de vez en cuando en el aula, pero utilizándolo de manera máxima. Provocar muchas soluciones, discusiones entre los alumnos por estas soluciones; hacerlo una vez por semana y cuando se vuelva costumbre, la resolución de problemas se ha convertido en la base de su aprendizaje matemático.
CONCLUSIONES

  • El proceso enseñanza-aprendizaje desde la resolución de problemas forma a un estudiante autónomo, con un alto sentido lógico, dedicado, investigador, sociable, organizado, con mucho autocontrol.
  • Esta metodología permite un aprendizaje interdisciplinario.
  • Docentes  con un alto nivel profesional.
  • Docentes dedicados a la elaboración de situaciones problémicas, donde se ponga de manifiesto la relación con otras disciplinas.

 

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