Aprendo 2012: El Director de Escuela como Líder

Escrito por Administrador en Seminario Aprendo 3

Compartimos con ustedes una de las magistrales ponencias del Seminario Aprendo 2012 de Educa: “El director de Escuela como Líder” por Washington Collado.  Pueden leer el documento completo a continuación:

 

Dimensiones para la Evaluación de laGestión Institucional y Pedagógica del Rector del Centro Educativo

El Director de Escuela como Líder

Un sistema de educación se fortalece cuando hay objetivos claramente señalados, se invierte en recursos económicos y capital humano, y se estructura un sistema sinérgico de crecimiento y buen servicio. El director esta llamando a ser el coordinador de forma tal que tenga el pulso en las áreas de éxito y las áreas que necesiten ser mejoradas.  El director debe entender que evaluación, por definición, significa atribuirle valor, aprecio, tasación a algo o a alguna condición.

La función de un director es clave para crear las condiciones de hacer cambios y propiciar recompensas en la escuela y, por ende, en la comunidad.   En la última década, la función de un director ha evolucionado de un aspecto gerencial cuya función de liderazgo se basaba primordialmente al funcionamiento general del colegio, a la aceptación del director como líder académico cuya labor principal es el rendimiento académico de los estudiantes y el crecimiento profesional de los decentes.

En su libro Leadership that Works, (2005) R. Marzano atribuye una serie de condiciones que un líder eficiente debe poseer.   Para este fin, hemos seleccionado diez factores que deben estar presentes en un liderazgo efectivo de un centro educativo.  Estos factores se derivan de un meta-análisis de varios estudios realizados y bibliografía al respecto (véase apartado reseña bibliográfica. Los  factores a considerar son los siguientes:
•    Conocimiento de la situación
•    Flexibilidad
•    Inclusividad y programa de educación personalizado
•    Monitoreo y evaluación
•    Disciplina
•    Orden
•    Conocimiento de la curricular, docencia, y evaluación por grado y nivel
•    Cultura de Centro
•    Agente de cambio
•    Enfoque

Esencialmente, el director debe ser el protagonista y líder para propiciar una organización en continua mejoría.  La evaluación de dicho director contribuir a celebrar los elementos positivos y corregir los aspectos que no hayan surtido efectos para alcanzar las metas trazadas. Dichas metas deben coordinar las necesidades nacionales, locales y, particular y especialmente, el aprovechamiento académico de los estudiantes.

1.    Visión, misión y plan de trabajo para un director efectivo.

Un director efectivo conoce los datos e indicadores importantes del desempeño de los alumnos para formular un plan estratégico a corto, mediano y largo plazo.  Implementando dicho plan, podrá enfrentar los problemas, repetir o aumentar las áreas de éxito y modificar las áreas que necesiten ser modificadas para rendir mejor efecto.  La información se refiere al desempeño  académico, a patrones de asistencia y conducta, a la necesidad de apoyo psicológico y social, y de consejería.

Un director efectivo ejerce liderazgo cuando logra conformar un equipo de trabajo empoderado capaz de formular estrategias personalizadas para sus estudiantes con el objeto de garantizar el mayor nivel de logro de los aprendizajes.  También logra establecer e implementar una visión a nivel organizacional de forma sinérgica.

Dentro del concepto de visión, misión, y plan de trabajo J. Pisapia (2009) establece diferencia en las estrategias de un líder y de un gerente.   Si es cierto un Rector eficiente debe ser buen gerente.  Un Rector excelente debe ser un gran líder.   Pisapia (2009) concluye que líderes estratégicos son gerentes y lideres.
Dimensiones para la evaluación de la gestión institucional y pedagógica del Rector del Centro Educativo

 

Gerente

Líder

Planifica y establece Presupuestos Establece dirección y visión, aunque enmarcado dentro de las posibilidades del presupuesto.
Organiza y emplea Empodera y alinea de forma sinérgica
Cumple y da ordenes Transforma mas allá de lo evidentemente posible
Establece metas basado en urgencias Estable metas con base en la visión.

El concepto de visión, misión, y plan de trabajo está cifrado en la creación de una cultura escolar que acepte su papel con motivación, entrega y credibilidad.   Para lograr transmitir de forma que sea aceptado el concepto de visión y misión, el Rector deber entender la cultura escolar.   La cultura escolar es definida por historias, personajes, relaciones, actos, celebraciones, relaciones, etc.  Parte esencial de implementar una cultura sinérgica es lograr establecer a nivel organizacional una cultura que tenga definida su misión primordial que motive a los docentes a educar, a los alumnos a aprender, a los lideres a ejercer su papel de líderes, y a la comunidad a sentirse orgullosa y confiada en el centro educativo donde envían a sus hijos (Deal, 1999).  El Rector está llamado a ser el protagonista y propulsor más creíble para crear una cultura de trabajo y éxito.

2.    Planeación.

Un director efectivo conoce los recursos y limitaciones para poder crear una organización sinérgica que logre maximizar los recursos humanos y materiales para lograr los objetivos.  El establecimiento de un plan de progreso escolar significa planeación estratégica de todos los componentes importantes de la gestión escolar, un plan sistematizado organizando la visión y la misión, identificación y coordinación de la aplicación de recursos dentro del marco de una línea de tiempo (timeline).  Además, establecer o identificar el personal responsable para hacer cumplir los elementos del plan de progreso escolar. Para lograr los objetivos, dicho plan debe ser comunicado clara y estratégicamente al personal escolar (administrativo y docente), estudiantes y organizaciones comunitarias de apoyo a el colegio y la sociedad.

Como concepto de evaluación, la planeación constata la forma que el director logra estructurar las bases, estrategias, esquemas, y el plan de acción.   La planeación logra integrar varios aspectos importantes del colegio tales como la alineación de recursos humanos, económicos.   Cada escuela debe tener un plan de progreso anual (PPA). Dicho PPA establece las pautas de tiempo, personal y recursos de modo que quede estructurado el trabajo a realizar para lograr las metas trazadas.   El marco temporal de estas metas puede variar.  Muchas metas son metas diarias, mientras que otras son de periodicidad semanal, mensual, semestral y anual.  El establecimiento de metas coaliciona el personal adecuado con la meta precisa.

El proceso de planeación incluye un estudio y análisis y anticipación de cuatro elementos del colegio: fuerzas, debilidades, oportunidades y miedos (threats) (Pisapia, 2009).  La conjugación de estos cuatro elementos lleva a director sincronizar estos elementos evaluativos que pueden determinar de forma mesurable sus destrezas, logros, y fracasos.

Como podemos constatar,  la planeación,  coordinación, implementación, y monitoreo del PNN debe ser un componente importante de la evaluación de un Rector y, por extensión, de todo el personal del colegio bajo la mano del Rector.  La mayor función de líder escolar es diseñar e implementar estrategias sistemáticas para las fines (Tomlinson y Allan, 2000).

3.    Rendimiento académico de los estudiantes.

El director sienta las pautas que deben resultar en la obtención aquellos aspectos  que considere más importantes conforme a los lineamientos estratégicos.  Según D. B. Reeves (2009), el 70% de la evaluación de un director debe estar relacionado con el aprovechamiento de los alumnos y la efectividad de los docentes.  El 30% restante debe ser para evaluar la función gerencial del colegio en el marco de las exigencias administrativa de las entidades rectoras, sean a nivel del propio colegio (Junta Directiva) o nivel país (MEN).  Según estudios realizados por R. Marzano (2005) el docente y el tiene un impacto de un 60% en el aprovechamiento académico de los alumnos.  Dicho esto,  si la función del colegio es la formación de alumnos para darle a la nación ciudadanos que contribuyan a sus progreso, resulta, pues, lógico concluir que la evaluación del Rector abarque en su mayoría la responsabilidad de este indicador.

Según la organización New Leaders for New Schools (2010) el 30%  reservado a la evaluación de la función gerencial, consiste en seis áreas que están relacionadas igualmente con el progreso de los alumnos:

•    Visión de Resultados y Equidad: creación de ambiente donde todos los alumnos progresen.
•    Planeación y Operaciones: disposición de recursos, habilidad para realizar diagnostico de situaciones
•    Cultura: establecer una cultura de alto rendimiento, profesionalismo y servicio al cliente (alumnos, padres, comunidad).
•    Aprender y Educar: implementación de un currículo tan claro como riguroso, con calidad pedagógica, y orientado a alcanzar las metas trazadas.
•    Desarrollo, Capacitación y Gerencia: Motivar el crecimiento profesional, evaluar al personal docente y de apoyo, y desarrollo de un equipo de lideres.
•    Liderazgo y Crecimiento Personal: Auto-crecimiento, comunicación efectiva, mantener el enfoque en la meta trazada.

Un director efectivo, no sólo conoce los datos e indicadores, sino que implementa un plan curricular riguroso para preparar a los estudiantes adecuadamente para el siguiente grado o nivel académico.  El director coordina la implementación de un programa curricular que siga las iniciativas nacionales, distritales y locales.  Debe formular una alineación curricular y articularla de un grado a otro y de un nivel a otro de modo que los alumnos se capaciten continuamente según progresan y sean promovidos académicamente.  El programa curricular debe abarcar todas las áreas académicas de los alumnos basado en un conocimiento fehaciente de indicadores.  De modo que la estructura curricular del programa se dirija a tres áreas especificas:  la capacitación de los alumnos, programas de enriquecimientos y programas de apoyo y tutoría para los alumnos que no han mostrado el aprovechamiento adecuado.

El director debe tener su más importante indicador en el progreso de los estudiantes.  El director está obligado a conocer los detalles de aquello que ocurre en el salón de clase. Por ende, la evaluación debe incluir indicadores que reflejen la destreza del Rector y su conocimiento en esta área.  Marzano (2001) en su libro Classroom Instruction that Work presenta nueve (9) estrategias que los docentes pueden implementar en el salón de clase.  En tal sentido, el Rector está llamado a ser un verdadero líder en la docencia.  En su más reciento libro The Art and Science of Teaching, (2007) Marzano desglosa con precisión el arte y ciencia de la pedagogía, aplicable tanto al docente de aula como al Rector.

4.    Capacitación y planeación continua.

Un líder efectivo entiende la importancia de la capacitación continua del personal docente y del personal de apoyo: oficinas, consejeros, administradores, etc.  A tal fin, establece comunidades educativas profesionales donde los docentes y otros miembros del personal participen en talleres semanales, bi-mensuales, o mensuales, según sea el caso.   Estos talleres o charlas deben ser con la finalidad de discutir las mejores estrategias pedagógicas para implementarlas en el salón de clase con el propósito de identificar dificultades en el proceso de enseñanza aprendizaje de los estudiantes.  De la misma forma, conoce las iniciativas nacionales, internacionales y tecnológicas para que el personal docente y de apoyo se nutra de nuevas técnicas y participe en conferencias que amplíen su repertorio de experticia profesional.

Uno de los conceptos modernos de más importancia en los Estados Unidos e Inglaterra en las últimas décadas ha sido el de Comunidades profesionales de aprendizaje (1998).  Este enfoque sostiene que sólo las organizaciones que tienen una pasión por el aprendizaje dejan influencia que perdura en el tiempo. (Covey, 1996).

En esta dirección New Leaders for New Schools (2010), indica que la evaluación de los directores debe tener marcadores importantes en el crecimiento profesional de los docentes de la institución.   A través de una planeación inclusiva y precisa, un Rector efectivo asocia el crecimiento académico de los alumnos con la efectividad del profesor, implementa atención diferenciada a docentes principiantes y con experiencia.  De modo que la formación, retención, apoyo y crecimiento profesional sea la base sobre la cual se sustente la implementación de la lección, el currículo de estudio, y, por tanto, siente las bases para el éxito académico de los estudiantes.

5.    Ambiente sano y seguro.

El director es responsable de que el colegio sea un ambiente sano y seguro para los alumnos y para el personal docente y de apoyo.  Es primordial que se establezcan todos los aspectos de seguridad mental y física y respeto para todos.  Para los alumnos, un ambiente sano significa sentirse aceptados y respetados, desde sus condiciones y limitaciones físicas hasta sus individualidades de creencias, situación económica, religión, y preferencias personales.  Profesionalmente, un ambiente sano tiene implicaciones diferentes.  Los profesionales pedagógicos deben sentirse respetados, parte de un ambiente profesional donde sus ideas son solicitadas y tomadas en consideración.  Este ambiente sano y seguro a nivel profesional requiere dos niveles.  El primer nivel implica seguridad mental y física,  y el segundo, referiere a seguridad e integración profesional para intercambiar ideas libremente en pos de una mejoría en todos los sentidos.

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