La Honestidad

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   Ser honestos significa decir lo que pensamos o sabemos, midiendo las consecuencias, del modo y en el momento oportuno, sin alterar la verdad. Es uno de los valores más importantes en la formación de la personalidad del niño al ser la base de las relaciones personales.
Las primeras mentiras de los niños son como juegos. En esta época los límites entre lo real y lo imaginario no están muy definidos. Sin embargo, a veces las dicen para no admitir su culpa en una situación. El niño tiene que aprender que las mentiras no solucionarán sus problemas y que sus actos tienen consecuencias.

¿Qué podemos hacer para conseguir que nuestros hijos sean honestos?

1. Lo  primero es predicar este valor con el ejemplo. La honestidad atrae honestidad.
2. Hacer ver a los niños que comportamiento honesto atrae buenos amigos y admiración de los demás y como la deshonestidad puede causar soledad, ser tachado de mentiroso,  no tener amigos y perder la confianza de los demás.
3. Agradecer y felicitar y hasta reforzar con premios la honestidad en situaciones difíciles.
4. Crear un clima de confianza que los anime a decir la verdad aunque sea difícil, expresiones como “Falta confesada, casi perdonada”, es una buena manera de motivar a los hijos a decir la verdad.
5. Enseñar a los niños a no murmurar las faltas de los demás, pues cada uno debe reconocer las cosas que ha hecho y asumir las consecuencias de sus actos.